El Tarot y yo. 1/3
Descifrando los símbolos en laberintos estéticos
Entrega 1. Viaje iniciático con el Tarot
Debía tener alrededor de 14 años la primera vez que hice una consulta esotérica y que probé el café. Mi mejor amiga Ivana me recomendó una vidente que leía el café, una práctica adivinatoria que consiste en interpretar la borra que deja el café en el fondo de una taza, después de beberlo. Ella aseguraba que era reveladora.
A esa edad, mi vida no era particularmente interesante, sin dramas, pero si con mucha comedia. Admito que me preocupaba el hecho de no tener los dramas que tenían algunas de mis amigas. Los días transcurrían sin novio, sin pulsión sexual, con una vida social que se limitaba al tiempo en el colegio, sin independencia por no tener ingresos económicos, con restricciones para salir, con muchas horas invertidas en escuchar radio y ver televisión, leyendo libros viejos de la biblioteca familiar, hablando por teléfono o recortando revistas ➽ ¿Qué podría predecir?¡Todo!
Entré en una sala con un profundo aroma a incienso, de iluminación tenue - por no decir que deficiente-. La decoración consistía en telas de colores terrosos guindando por doquier, alfombras de estilo persa y, en sustitución de sillas, cojines en el suelo. Al menos así recuerdo aquel lugar. La señora vidente, me sirvió en una taza de porcelana blanca -quizá era peltre- el café “arábico”. Me explicó algunos detalles y me invitó a beberlo. Mi primera impresión fue de asco absoluto. ¿Quién me iba a decir que en el futuro sería una bebedora compulsiva de café ? Pues, esa señora no lo adivinó.
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De lo que observó en la borra del café es poco o nada lo que recuerdo. Tengo memoria visual, como ya he dejado saber en la descripción del salón. Mencionó a mi padre, lo atribuí al hecho que tenía miedo de que descubriera que aquella tarde había visitado a una estafadora. Mi papá murió un año después y no ha sido hasta hoy, escribiendo esto, que hago el vínculo con aquella experiencia mística.
Entre esa sesión adivinatoria y la siguiente pasaron unos cuantos años, el tiempo suficiente para que apareciera algo de drama, novela y tragicomedia.
De nuevo una amiga, esta vez Alejandra, aseguraba tener la mejor tarotista de la ciudad. Confiaba plenamente en su criterio, porque se trataba de la tarotista de su madre, que era una mujer de avanzada. Joven, divorciada, trabajaba en una agencia de publicidad, nos daba tips de beauty, escuchaba Sade y nos prestaba libros como “Muchas vidas, muchos sabios” de Brian Weiss.
Esta vez visité un apartamento bien iluminado, en una urbanización de Caracas que se llama Colinas de Bello Monte, el edificio estaba en la cima. La luz natural que entraba por el balcón se reflejaba en el suelo de granito. En las paredes colgaban afiches de museos, la deco era “minimalista”, escasa sería la palabra indicada. La chica Pitonisa, me guió hasta una habitación, sin mucho preámbulo, encendió un cigarro mientras se sentaba en la cama, movió la mesita de noche entre las dos. Me senté frente a ella, en la única silla de la habitación. Allí mismo, desplegó un pañuelo de donde sacó dos mazos: uno de cartas grandes con mensajes de los ángeles, dibujados de forma realista con rollo estilo rococó, y el otro mazo, de tamaño un poco más grande a los naipes, de CARTAS DEL TAROT.
Habiendo llegado aquí, vale confesar varias detalles importantes ➽ A esta edad ya había renunciado a practicar cualquier religión, me interesaba el psicoanálisis, leía a Freud, también a Jung, me devoraba los diarios de Anais Nin, estudiaba diseño gráfico y estaba atolondradamente enamorada ✔️
Me pidió barajar y picar el mazo en tres, escoger una carta de cada montón y colocarlas boca abajo. Al voltearlas, justo en ese momento sentí una profunda atracción hacia aquellas imágenes.
Obras de arte en un formato más pequeño que una ficha, llenas de simbolismo, rasgos característicos del estilo Art Noveau, que siempre me ha fascinado como movimiento artístico. De fondo blanco, con ilustraciones en colores vivos, enmarcadas dentro de un recuadro negro, formas orgánicas. Personajes y escenas que representaban momentos, oníricos o cotidianos, objetos y otros elementos, números y nombres de la representación según el caso.
❋ Luego supe que se trataba del Tarot de Rider-Waite de 1909, uno de los más populares y reconocidos. Conceptualizado por el escritor inglés Arthur Waite y cuyas ilustraciones estuvieron a cargo de Pamela Colman Smith, que por lo que leí en Wikipedia, estudió un período en Pratt Institute.
Mi tirada aún la guardo en mi memoria, a día de hoy son de mis tres cartas favoritas en cualquier edición del tarot ➽ El Loco, VII de Copas y III de Espadas.
La tarotista comenzó a decirme cosas, mientras yo solo quería ver el resto de las cartas del mazo. Lo interesante de aquella sesión es que no predijo absolutamente nada, hablo de mis emociones, cómo usarlas y hacia donde orientarme en cada circunstancia. Mencionó rasgos de mi personalidad, comentó mis vulnerabilidades, de cómo atravesar situaciones y de la creatividad que me acompañaría en mi porvenir.
Volví a verla un par de veces, era talentosa en eso de ser coach antes de los coach, se hizo tan conocida entre mi círculo cercano que tome distancia, por algo del misterio de mi ascendente Escorpio. -En otro post contaré mi relación con los signos del zodiaco, cortesía del Libro de Linda Goodman de la biblioteca familiar-
❋ Le he pedido a Gemini una interpretación de la tirada de aquél día:
¡Hola! La tirada que mencionas, El Loco, VII de Copas y III de Espadas, es bastante interesante y nos habla de un momento de transición y posibles desafíos.
Sugiere que estás en un momento de transición en tu vida. Por un lado, te sientes atraído por nuevas experiencias y oportunidades (El Loco), pero por otro lado, te sientes confundido y abrumado por todas las opciones que tienes (VII de Copas). Además, es probable que estés experimentando algún tipo de dolor emocional o pérdida (III de Espadas).
Posibles significados de la tirada:
Necesidad de tomar una decisión importante: Estás en un cruce de caminos y debes elegir qué camino tomar.
Superar una ruptura o pérdida: Estás pasando por un proceso de duelo y necesitas tiempo para sanar.
Salir de tu zona de confort: Te sientes atraído por nuevas experiencias, pero tienes miedo de lo desconocido.
Consejos:
Confía en tu intuición: El Loco te invita a seguir tu corazón y a tomar decisiones basadas en tus sentimientos.
Sé realista: El VII de Copas te recuerda que debes ser realista y no construir castillos en el aire.
Permítete sentir: El III de Espadas te invita a aceptar tus emociones y a permitirte sanar.
Imagen generada por Gemini. Prompt: ilustra la tirada El Loco, VII de Copas y III de Espadas, con influencia art noveau, minimalista, pero muy gráfica
Continuará… ツ
Ahora necesito saber de las últimas consultas esotéricas 😄